sábado, 9 de junio de 2012

SIRIA.¿LA LINEA ROJA?

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ESPAÑISTÁN.


ESPAÑA YA ES ESPAÑISTÁN

La austeridad dicen que es el remedio contra todos los males que embisten a España. La piedra filosofal que solucionará la crisis, dará empleo a los casi 6.000.000 de parados, mantendrá el estado social para el 17% de población pensionista, el 20% de chavales menores de 20 años a los que tenemos que dar futuro, el 22% de pobreza, contra los casi 2.000.000 de familias que no tienen ingresos, las cerca de 500.000 personas que han tirado la toalla y ya no buscan empleo, que luchará contra la subida de los precios, la caída de los salarios, el cierre de empresas, la caída del consumo y la recesión que nos deja un crecimiento del PIB del 0,3%. Contra todo ello, esa austeridad, promovida por los lobbys financieros y la política insensata e injuesta de la Troika, pretende dar salida a la crisis, exprimiendo a los ciudadanos que menos tienen, cercenando los exiguos derechos de los trabajadores y podando el Estado del Bienestar hasta convertirlo en el Estado del Malestar.
Sin embargo, esta receta milagrosa todavía no ha tocado a la clase política, que ostenta millares de cargos públicos innecesarios, y que según un informe interno elaborado por asesores de la Presidencia del Gobierno,publicado en exclusiva por Diario El Aguijón, en España hay 445.568 cargos políticos, el doble que en italia, o en Francia, timón de Europa.
(Sea o no totalmente cierta esta cifra, ya que este articulista no ha tenido acceso a dicho informe, lo cierto es que en España sobran miles de políticos, principalmente en las fundaciones, cajas de Ahorro, empresas públicas, hospitales, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos…)
España es un país de paradojas, de sinsentidos, donde proliferan y triunfan instituciones vacuas, y seres sin alma. Donde se construyen aeropuertos sin aviones, trenes sin pasajeros, carreteras sin coches y donde te llaman “inútil” por criticarlo. Claro, quien te lo llama es un “pseudopolítico”; ese elemento nacido de las tinieblas para dar luz a un vicio sin límite que gira en un círculo vacío de contenido cultural, de sabiduría, de conocimiento. Un bucle que poco a poco nos está arrastrando hacia un tsunami que no dejará huella de esa expresión conocida como “la normalidad de las cosas”.
Sigamos con la clase política; la que decide, la que gobierna, la que mejora o entorpece las cosas, y que fundamentalmente, en los últimos años, impide la salida de la crisis y dilapida el conocimiento como base para desarrollo, merced al tijeretazo que se llevan las partidas de I+D+i.
De acuerdo con dicho estudio, resultan especialmente curiosos los cargos de designación directa, es decir, a través de la DEDOCRACIA, en el sistema sanitario y el sistema educativo. Aquí se encuentran empleados 8.260 y 9.320 políticos que realizan en su mayoría tareas de asesoramiento, planificación y control del resto de empleados públicos.
Además, el lugar donde más políticos hay colocados es en las empresas públicas o con participación pública (en su mayoría autonómicas y municipales) donde encontramos empleados la indecente cifra de 131.250 políticos. Pecata minuta…
Por último me parece conveniente indicar que en España contamos con 40.000 políticos contratados como cargos de confianza.
Y todo el montante de lumbreras políticas sirve para que en estos momentos contamos con 600 millones menos para programas investigación, 7.000 millones menos para Sanidad y 3.000 para Educación, además de un recorte en los Presupuestos Generales de Estado del 34% para la Ciencia y un 62% para la Universidad. Este es el neoprogreso…
Recuerden que tenemos políticos de talla. De esos que sueltan perlas como la del consejero de Salud de Castilla La-Mancha al defender el copago farmacéutico de los pensionistas al explicar que “al pensionista que más le va a costar las medicinas al cabo del mes va a ser ocho euros, que son cuatro cafés, un café a la semana, 0,20 céntimos al día.“; Rajoy refiriéndose al cambio climático cuando indicó: “yo sé poco de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá“; o aquella de Zapatero, que “España está totalmente a salvo de la crisis financiera“.
Por ello, no es de extrañar que, teniendo el mayor número de políticos, España sea el país favorito para ganar la Champions League de la Corrupción, incluida la Casa Real. Ocupamos el puesto número 15 en la UE de los 27, y el puesto 30 en el mundo.
Por su parte, las cifras de los cargos políticos chocan contra las de algunos de los colectivos matriz para mantener el Estado del Bienestar. De esta forma, frente al casi medio millón de políticos que hay en el país, tenemos 165.967 médicos, 43.292 profesores universitarios, 154.000 policías y 19.854 bomberos. Pensemos que unos te salvan la vida y te enseñan el camino. La casta política, sencillamente, te quema. Y ello sin necesidad de acreditar estudio alguno. Esto no lo dice quien les escribe, sino las encuestas del CIS donde se puede ver que esta clase política es nuestro gran problema, junto con la crisis.
Y es que en medio de toda esta plutocracia y partitocracia nos encontramos con más sinecuras. Esta vez, como no podía ser de otra manera, en la patronal y en las organizaciones sindicales.
España cuenta con la suculenta suma de 65.130 liberados sindicales, pagados por el Estado, así como con 31.210 personas dedicadas a la dirección política de sus organizaciones empresariales. Tanto unos como otros realizan funciones de organización política del Estado, y sus instituciones son sufragadas con fondos públicos.
Debido a la opacidad con que operamos en este país es difícil computar el total de subvenciones que se llevan la patronal, las centrales sindicales y los partidos políticos, pero podemos movernos en unas cifras que rondan los1.000 millones de euros para los sindicatos UGT y CCOO desde 2008, unos 250 al año. A los que hay que sumar sobre 1.000 millones de euros para cursos de formación, al año, repartidos entre sindicatos y patronal, a través del Servicio Público de Empleo. La CEOE se lleva en torno a 400 millones de euros de esta partida de los Presupuestos Generales del Estado;  dinero del que no se ofrecen detalles exhaustivos por parte de la patronal, ni de los sindicatos. (Por cierto, el Gobierno de Rajoy les ha recortado un 20% estas ayudas a patronal, sindicatos y partidos. Además, en 2012 esos 1.000 millones en formación para parados se han eliminado de los presupuestos; entran en esos 1.500 millones de recorte en las políticas de empleo). ¿Quizás debiera eliminar todas sus ayudas a tenor de las consignas del sistema neoliberal, donde opera, exclusivamente, el mercado?.
Por otra banda, es muy interesante ver que una de las fuentes de ingreso sindical radica en la negociación colectiva y la gestión de los ERE, “trabajos” por los que las centrales se llevan entre un 10% y un 15% de la cantidad que perciba el trabajador. Es, pues, una paradoja que los despidos engorden las cuentas de las centrales sindicales. Quizás por ello los sindicatos hayan perdido un importante número de afiliados, situándose en el 12%. Pero, tranquilos todos, “es por nuestro bien”…
Ahora, el Gobierno, en los Presupuestos, ha recortado en 6,2 millones su subvención, y con la aprobación de la reforma laboral ha restringido una parte importante de su poder y de sus ingresos. ¿Quizás por ello se apresuraron a salir a la calle, mientras, con la misma reforma, durmieron durante más de un año y sólo hicieron una huelga general contra Zapatero?. Mucho apóstata es lo que hay en España.
Acaso, después de que el Gobierno presentase a la UE sus estimaciones de crecimiento para 2015, año en el que todavía prevé un 22,6% de paro, (más que en 2011), donde demuestra que se ve vencido por esta hecatombe, sin aplicar un plan de choque contra el paro, una de sus grandes réplicas en la oposición, ¿no es motivo suficiente para una huelga general indefinida?. Al menos, ¿no debería haber concentraciones diarias de los casi 6.000.000 de parados?. ¿Dónde están los sindicatos?.
Quizás vivimos en la era de las cifras, en el momento de lo absurdo, en la noria de la estupidez, en el país del mundo al revés. Quizás lo que necesitamos es conocer, saber, entender por qué y cómo ocurren las cosas, para algún día despertar del letargo en el que nos mantiene la anestesia general, propinada a través de los medios de comunicación de masas, el duelo Madrid-Barça, las telenovelas y los programas televisivos que despiertan nuestro lado primitivo al tiempo que adocenan el racional, el mental, el reflexivo, el crítico, ese que nos convierte en ciudadanos.
Lo cierto en todo este despropósito de desigualdades sociales, laborales y salariales es que para ser político ni siquiera has de acabar los estudios del Bachillerato o ir a la Universidad. Tan sólo has de profesar lealtad a un ideología que ni siquiera practican. Simplemente defender a ultranza unas siglas y unos nombres, por muy putrefactos que sean. Y si hablamos de democracia, si creemos que estos partidos y sus cargos son elegidos por el pueblo, que abran las listas electorales, porque ni siquiera sabemos quiénes ocuparán la mayor parte de los puestos de la Administración. El resultado es que nos encontramos con médicos en el ministerio de Fomento y con ingenieros de caminos en el ministerio de Sanidad.
Para acompañar los números de la vergüenza nacional, los que impiden el verdadero desarrollo y progreso de este país, invadido por la ignorancia, me parece importante señalar que en el año 2000 los países miembros de la UE firmaron la Estrategia de Lisboa donde se obliga a los Estados a invertir el 3% de su PIB en investigación y desarrollo, un precepto que colisiona con la realidad que vivimos en España, donde no llegamos ni al 1,4% del PIB.
De hecho, la insensatez española es la moda más extendida en la última década, donde nos encontramos políticas de “altísimo nivel” como que España es el segundo país del mundo que más dinero destina a investigación MILITAR, 0,25% del PIB, sólo por detrás de EEUU, según la OCDE; esto afecta a que el 26,7% del gasto público para investigación científica se dedica a investigación bélica. Además, no debemos olvidar que España ocupa el puesto 17, en la Europa de los 27, en inversión en I+D.
Es indecente que un país democrático, con científicos del más alto nivel mundial (investigando fuera de nuestras fronteras en la mayor parte de los casos) dedique un presupuesto para investigación militar que supone casi 3 veces más que el asignado para la investigación científica básica (Universidades y CSIC); de hecho sólo 5 empresas vinculadas a la industria militar (EADS-CASA, Santa Bárbara Sistemas, SENER, Izar e ITP) se llevan el doble de dinero que reciben en conjunto todas las Universidades más el CSIC, para I+D civil. Asimismo, se destina más de 5 veces a investigación militar que a investigación sanitaria; 22 veces más que a investigación agraria; y 31 veces más que a investigación oceanográfica y pesquera.
Spain is different…
Resumiendo, y parafraseando a Pío Baroja, son los inocentes, y no los sabios, los que resuelven las cuestiones difíciles. Y esos inocentes somos cada uno de nosotros, ciudadanos que pagamos más impuestos, tenemos menos derechos, menos servicios y más políticos. Más políticos para tener menos ciencia. Más políticos para tener menos investigación. Más políticos para tener menos educación. Más políticos para tener más paro. Más políticos para tener menos ahorros. Más políticos para tener menos empresas. Más políticos para tener más corrupción y menos democracia. Esto ocurre; está ocurriendo en España.

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